“Mi privilegio” o Crear y Poder

“Mi privilegio” o Crear y Poder

"A mí no me ha pasado, tal vez están exagerando, perjudican más que benefician todas esas mujeres que están luchando" esto mismo yo pensaba, no sé si llamarlo “mi privilegio”porque aparentemente no había yo vivido o experimentado violencia hacia mi persona por el hecho de ser mujer.

La realidad es que en mi día a día por lo menos una vez a la semana me gritan despectivamente: "tenías que ser mujer" cuando voy conduciendo. Y mi hermana, ingeniera civil, los primeros semestres de cursar su carrera llegaba llorando a casa porque sus profes no dejaban de incidir en que la ingeniería no es algo para la mente de una mujer que las sobrepasa por su dificultad. Y cuando durante quince años de mi vida presencié la violencia verbal como método de control por parte de mi padre hacia mi madre. Esto por mencionar solo algunas de las tantas tan evidentes formas cotidianas de la violencia que vivimos las mujeres por el simple hecho de ser mujeres.

Pero todo esto quedó en el pasado, se va diluyendo, se vuelve una motivación para "ser una mujer más fuerte", así es como se justifica esta violencia en mi familia, son "pruebas para superarse" y entonces yo me preguntó: ¿De verdad debería ser normal vivir con miedo en mi propia familia? ¿de verdad es normal preferir guardar silencio antes que ser ignorada?

Recientemente egresé de CCH y entré a la Facultad de Sicología, así que desde mi otro balcón de privilegios que es la Universidad, empecé a tener información, a acercarme más al sufrimiento de las personas, a dejar de lado la otredad y a ponerme los lentes de la empatía.

¡Que coraje! Escuchar la radio, a la gente en la calle, ver programas de televisión en los que no puede dejar de haber algún comentario machista o misógino, y no, no estoy exagerando como antes lo creí de todas las mujeres que ya no pueden mantener la boca cerrada, ante tanta falta de equidad, ante tanta violencia contra nosotras.

Mis mayores preocupaciones son: ¿cuántas más tienen que sufrir?, ¿será mañana mi mejor amiga, mi hermana o una de mis maestras?, ¿seré yo la que ya no pueda ver un mundo que racionaliza y actúa ante la violencia contra mujeres?

Mi meta de vida ha cambiado con todo lo que he venido reflexionado al respecto, ahora quiero seguir estudiando, que este, mi privilegio de educación universitaria sea para algún día poner un granito de arena para aliviar o erradicar este sufriendo de mis hermanas, solo espero que no sea demasiado tarde para más mujeres, que esto empiece a sesar y no a aumentar como se ha visto por ejemplo en México. Me consuela saber que cada día una persona más se quita la venda de los ojos, se une a la lucha, por ello: no soltemos este momento, no nos rindamos que se lo debemos a todas a nuestro alrededor.

Para concluir he de confesar y debo decir, este renacer ideológico, esta lucha constante de las mujeres en pro de todas, nos ha dado el sentirnos con poder, pero no ese poder insolente que busca insinuar que los otros son menos, sino un sentir que somos poderosas y no precisamente contra nosotras mismas, sino que somos más valientes, libres y auténticas de lo que hubiéramos sido en otras épocas.

Sin pretender opinar sobre cuestiones filosóficas o políticas y a modo de conclusión, puedo decir que hoy entre mujeres me siento feliz y acompañada, alentada a lograr grandes cosas sin pasar por encima de los demás, sino más bien en un ganar ganar, en un crear un mundo utópico en el cual crear un cambio donde muchos más participen por beneficios en común.

mujer
Escrito por:Sandy Pamela Hernández Calderón, Exalumna del CCH, Editora de Imaginatta y actualmente estudiante de cuarto semestre de la carrera de Psicología en la UNAM.

El mundo es para nosotros. Si lo creemos, lo creamos

IMAGINAtta 13 . Violencia de genero

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