CIUDADANO KANE (1941)
“Es usted muy joven, señor. No tiene usted ni idea de lo que un hombre puede ser capaz de recordar”
La cinta dirigida y protagonizada por Orson Wells, se convirtió en emblemática por el uso del expresionismo alemán que junto con el juego de luces y sombras, el uso de grúas para algunas tomas, le dieron un tono dramático al filme
, y segundo por la historia de un periodista quien busca comprender el significado de la última palabra que Charles Foster Kane dijo, antes de morir. Para descubrir el misterio investiga a varias personas del pasado.
Orson Welles a través de su película nos muestra un nuevo modo narrativo, que se compone de entrevistas entre personajes que a través de flashbacks; una alteración del pasado y el presente construyen la historia del magnate.
CASABLANCA (1942)
“La tocaste para ella. Tócala para mí. Si ella la resistió, yo también. Tócala”
Esta cinta es considerada por muchos como la más grande de todos los tiempos, una historia de amor que ocurre en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, es claro que Warner no imaginó el impacto tendría esta película, ya que la historia se escribió durante la marcha, pero para su sorpresa obtuvieron una película que se convertiría en una de las más recordadas de la historia.
La historia ocurre en Marruecos, en un lugar llamado Casablanca. Ha estallado la Segunda Guerra Mundial donde la gente busca emigrar y escapar de esta. La historia se centra en un lugar llamado Café de Rick donde el dueño Rick Blaine (Humphrey Bogart) ayuda a su ex novia Ilsa Lund (Ingrid Bergman) y a su esposo a escapar de los nazis.
Michael Curtiz logra hipnotizarnos con su obra maestra, ya que a través de la cámara nos transmite los sentimientos y las pasiones de los personajes.
REBELDE SIN CAUSA (1955)
Las películas de Nicholas Ray eran alabadas por la crítica, pero sólo una tuvo el éxito comercial que tanto esperaba, protagonizada por James Deán, quien murió un mes antes de su estreno.
Rebelde sin causa cuenta la historia de Jim, un joven rebelde que es arrestado por causar daños a la propiedad. La tragedia se presenta cuando este adolescente problemático se encuentra con unos chicos angustiados de unos padres irresponsables, donde las pasiones y los conflictos los llevaran a una historia inolvidable.
En esta cinta vemos un reflejo de la sociedad de los años cincuenta donde los jóvenes buscaban una identidad y un modelo a seguir, es aquí donde aparecen estos personajes como el protagonista James Dean que encarna a un joven que busca la libertad y su lugar en el mundo.
Todo esto hizo que la sociedad de esa época se sintiera identificada con los personajes, encontrando en James Dean un modelo a seguir, que es el del joven que desobedece las reglas del sistema, un joven que busca libertad de poder expresarse como le dé en gana, y un soñador que busca su lugar en el mundo.
VERTIGO (1958)
“Una última cosa que debo hacer y estaré libre del pasado”
La cinta dirigida por el maestro del suspenso Alfred Hitchcock y protagonizada por el ya icónico James Stewart y Kim Novak, nos lleva a otro nivel de suspenso con su obsesiva historia.
John Ferguson es un detective, que al ver morir a uno de sus compañeros en un tejado, queda afectado por el vértigo, un tiempo después un amigo lo contrata para rastrear a su esposa, este se obsesiona y se termina enamorando.
Hitchcock logra mantener el suspenso a través de distintos elementos que nutren la narrativa: la música hecha por Bernard Herrmann, las imágenes, donde aprendemos mucho de la situación de los personajes, como el amor que surge entre los protagonistas, y los colores que muestran las emociones. Este filme nos brinda otro tipo de misterio, no buscamos a un asesino o a un culpable, el misterio que embarga al protagonista es la comprensión del más grande de los misterios: el alma femenina.
PSICOSIS (1960)
“Es triste cuando una madre debe decir las palabras que condenan a su propio hijo. Pero no podía permitir que creyeran que yo soy una asesina…”
La película de Hitchcock sigue tan vigente, y es que además de lo controversial que fue en su tiempo, tenemos una de las escenas más icónicas del cine: la escena de la ducha y esa música hecha por violines que todos reconocemos.
2001: ODISEA EN EL ESPACIO (1968)
“Abre las compuertas”
Cuando hablamos de clásicos es sencillo abordar una lista en los diferentes géneros, sin embrago es muy limitada en la ciencia ficción, quizá por las fallas comunes de este género. Son muy pocas las películas que se consideran clásicos, cosa que sucede con la cinta de Kubrick, que aborda temas que no se habían visto en la gran pantalla, como el origen y la evolución del hombre desde un pensamiento metafísico, además de sus efectos visuales- avanzados para la época- y una melodía muy hermosa como el Danubio Azul de Strauss, hacen de la película un clásico.
Vemos dos historias en una, la historia de la humanidad y la rebelión de una máquina que empieza a razonar.