Las décadas de 1960 y 1970 estuvieron marcadas por la internacionalización de la cultura y el desarrollo de la industria cultural. Las producciones generadas en el centro del sistema capitalista se propagaron rápidamente hacia la periferia. En la Argentina, algunas de esas producciones (como la minifalda, los Beatles, los Rolling Stones, el cine “de protesta” y el “de reflexión”) tuvieron un vigoroso impacto entre los sectores juveniles.
Unas décadas de cambios asombrosos en áreas tan disparates como la moda, la geopolítica, la religión, los derechos humanos, la educación, la liberación sexual, las telecomunicaciones, la música y el consumo de drogas. Una década de utopías que nunca llegaran a caracterizarse pero que, a la vez, dejó una huella irrevocable en las siguientes cuatro décadas.
La cultura y sociedad en los años sesenta y setenta, estuvieron plasmados por el protagonismo de los jóvenes. El deseo de cambios revolucionarios y la necesidad de adoptar actitudes radicales, vanguardistas y de ruptura con el sistema, fueron las notas distintivas de la cultura de una gran parte de la sociedad en aquellos años. Casi ninguna esfera de la vida cultural estuvo ajena a ese espíritu cuestionador y de transformación de todo lo existente, en el que se entremezclaron las influencias procedentes del exterior con posiciones que reivindicaban las raíces nacionales y populares. Una generación joven de rockeros, folcloristas, artistas de vanguardia, intelectuales y militantes políticos fue la expresión de esos anhelos y utopías.
La cultura nacional y popular en los años sesenta y setenta.
Hacia mediados de la década de los años sesenta, entre los intelectuales y los estudiantes (y también en una parte de los sectores medios) se fue conformando una corriente de pensamiento crítica de la tradición liberal, a la que calificaban de “europeizante” y “colonialista”.
Los intelectuales que acordaban con esta corriente plantearon como alternativa un pensamiento antiimperialista, que debía buscar sus raíces e identidad en la cultura latinoamericana. El resultado de esta re orientación ideológica fue la formación de una corriente de pensamiento que se conoció como “izquierda nacional”.
En esta nueva corriente confluyeron escritores, poetas, novelistas, periodistas, filósofos, historiadores, y ensayistas. Todos ellos provenían de diferentes corrientes ideológicas y políticas, pero compartían la necesidad de expresar un ideal revolucionario “nacional y popular”, que se integrara con las “luchas por la liberación de los pueblos”. La noción de “socialismo nacional” fue la fórmula que expresó de manera sintética sus anhelos de vincular el pensamiento y la teoría marxista con la experiencia política peronista de la clase obrera argentina, a la que consideraban el sujeto revolucionario.
En los años 60, la gente joven y creativa respiraba rápidamente el aire fresco del mundo de la cultura pop, el arte y la moda. Los artistas y diseñadores sintieron la libertad de expresarse y experimentar con apariencias nuevas y sólidas. La escena de la tendencia de la moda que comenzó en Londres se esparció mundialmente de manera veloz combinada con el creciente mundo del arte. El resultado fueron piezas de moda que convertían a los usuarios en piezas de arte caminantes.
En la publicidad la vestimenta también es un perfecto objeto persuasivo mientras más extravagante o un poco reveladora, mejor, ya sea para hombre o para mujer. Buscaban una forma en la cual expresarse y dar su pensamiento.
Estilismos en los años 60.
En los años 60, el ideal no era mostrar el cuerpo femenino ni sus atributos, curvas, etc., sino parecer delgadas y aniñadas, mostrar el lado más infantil a modo de juego de seducción, así aparecieron las famosas “Lolitas”.
A mediados de los 60’s, la industria de la moda sufrió un proceso de innovación y revolución, gracias a la diseñadora Mary Quant, quien impuso la moda “mini”, que no era más que un pequeño trozo de tela. Este pequeño trozo de tela provocó la ira y el escándalo de unos padres de moral conservadora de la época, tachándolo de moda inmoral provocada por una música satánica.
La liberación juvenil, eso fue lo que significó esta década y este reflejo incidió también en las artes, las manifestaciones rupturistas y transgresoras llevaron al “Pop Art” de Andy Warhol.
Según avanzaba la década, la moda marcaba dos esquemas bien diferenciados, por un lado teníamos la moda “little girl”, donde la inocencia y la sensualidad se mezclaban, y por otro lado la moda psicodélica, de formas geométricas y rectas que comenzaban a mostrar abiertamente el cuerpo. Los vestidos y diseños geométricos, se inspiraron en la creciente competencia por conquistar el espacio, que existía entre la URSS y los EEUU.
Con las innovaciones espaciales, aparecieron nuevos tejidos, las telas dieron paso a los plásticos, que empezaron a utilizarse para crear todo tipo de vestidos y complementos, el plástico inundó el mercado.
Los pantalones vaqueros o Jeans, ya habían tenido gran importancia en los años ’50, donde su uso denotaba rebeldía. Hollywood ayudó mucho a difundir este mensaje popularizando esta prenda en películas de cowboys y en estrellas como James Dean, que impusieron entre los jóvenes la costumbre de usar vaqueros, como una prenda de expresión. Con el salto de década, esta expresión de rebeldía dio un paso más, dando lugar a los pantalones de campana.
Estilos musicales de la época.
En los años 60, el estilo musical que pega más fuerte es el rock and roll, los grupos de moda eran The Beatles y Elvis Presley. Afines de los 60 nace el rock a secas.
En los años 70 nace el punk, que surge con más fuerza, después es la época de Led Zepplin y Queen.
El movimiento Hippie.
En los últimos años de la década de los 60, comenzó un movimiento muy particular que fue conocido como “movimiento Hippie”. Este movimiento se caracterizó por la anarquía no violenta, por la preocupación por el medio ambiente y por un rechazo general al materialismo occidental. Los hippies formaron una cultura contestataria y antibelicista.
Los hippies no fueron los únicos que hicieron bandera de la contracultura. En los campus universitarios, movimientos juveniles abogaban por una convivencia pacifista y anticonsumista. Juntos dejaron decenas de símbolos. Como Woodstock, que en 1969 reunió a casi medio millón de personas en una granja del estado de Nueva York en un concierto programado para 40.000. Todo se desbordó bajo la música de Janis Joplin, Jimi Hendrix o Joan Baez. Un año antes, el gran símbolo fue París, con un Mayo del 68 que la joven burguesía propagó por ciudades como Praga o México D.F. La calle cuestionaba jerarquías y se miraba en movimientos revolucionarios como los de Latinoamérica, con su propio ídolo, el Che, asesinado en Bolivia en el 67.
En aquellos años llegaron el bluejean, la minifalda y el pelo cada vez más largo en los hombres. Durante bastantes años quienes osaban vestirse con ropas coloridas y no afeitarse ni motilarse se les hacía llamar de afeminados y más de una ocasión fueron víctimas de agresiones.
Arte y moda en la década de los 60.
En la década de los sesentas, los adolescentes comenzaron a expresar sus opiniones libremente. Esta liberación partió principalmente de la música, que despertó unas mentalidades reprimidas durante mucho tiempo, lo que supuso un cambio en todos las tendencias de moda.
Los pantalones “patas de elefante o campana” surgieron también en esta década, nacieron como respuesta de una sociedad rebelde, con ganas de romper con lo tradicional y los convencionalismos.
Los hippies llenaron de flores y color la sociedad mundial, gracias a los festivales de música, traspasaron las fronteras norteamericanas y desembarcaron en Europa, donde su discurso crítico y pacífico se plasmó no sólo en su voz, sino también en su forma de vestir.
Tras los clásicos “patas de elefante”, llegaron las camisas hindú, el pelo largo, todo como consecuencia de la influencia hippie. En contraste, los trajes y vestidos lucían con pantalones ajustados.
La aparición de la lycra desplazó al hasta entonces imprescindible algodón. Las mujeres buscaban ante todo la comodidad, más que la belleza, consiguiendo que la moda no tuviera sexo, así nacieron las prendas unisex.
Las mujeres se mostraban modernas e independientes, la prenda que marcó un antes y después para ellas fue la minifalda. Completaba este nuevo look, unas medias estampadas y unas botas altas hasta por encima de la rodilla en lo ideal de color blanco.
La minifalda.
La minifalda es la prenda más característica de esta época. Nos olvidamos de las faldas largas o faldas midi que llegaban por las rodillas para este tipo de falda que queda por encima de la rodilla. Mary Quant tuvo la idea de rebajar unos centímetros a una prenda que ya era muy utilizada.
Los vestidos de los años 60.
Los vestidos de los años 60 también son un clásico en la moda. Durante estos años la opción que destacaba era un diseño con una falda con mucho volumen pero muy pegado en la zona de la cintura. Ya hemos hablado que estos años son los años de más feminidad de la mujer y nada mejor para eso que destacar la cintura, tanto que incluso se solían poner cinturones encima del vestido para destacar esta parte aún más. Durante esta época también se empezaban a ver vestidos con mucho escote pero también eran muy típicos los vestidos con cuello alto. Al igual que las minifaldas, los vestidos también eran por encima de la rodilla y siguiendo con la tendencia de los colores vivos se llevaban tonalidades muy llamativas y estampados imposibles.
Prendas superiores.
Para seguir con la estética femenina y no olvidarnos de marcar la cintura las prendas superiores, así como camisetas, camisas o blusas, se solían llevar por dentro del pantalón o falda. También son muy clásicos en esta época los cuellos y escotes de estilo redondo, conocidos como cuellos Peter Pan, así como las camisetas muy ajustadas.
Pantalones vaqueros y de campana.
Los pantalones vaqueros se convirtieron en un must de la época y también los pantalones con campana. Los colores de los pantalones también eran muy llamativos y con estampados muy originales. No podían faltar las rayas y el bajo de los pantalones era muy alto, lo que estilizaba mucho la figura.
Bolsos de grandes dimensiones.
La influencia de la moda llega también a los complementos en los 60 y en el caso de los bolsos tenemos que hablar de los que son de gran tamaño y sobretodo del nacimiento del “birkin”, el bolso por excelencia entre las famosas y las adictas a la moda.
Gafas grandes con formas ovaladas.
Gafas que cubren casi toda la cara y que todavía hoy se llevan.
Sombreros.
La música también es algo que revoluciona la moda en los 60 y prueba de ello es que los chicos imitan a los Beatles en su peinado y en sus trajes, y ellas se ven influenciadas por las cantautoras que lucen largas melenas. Por otro lado el pelo corto también comienza a arrasar entre las mujeres, debido al corte de estilo “pixie” que se puso de moda.
Patrones geométricos.
Los diseñadores como Mary Quant crearon minifaldas y vestidos cortos de línea A que causaron furor en los años 60. Llegaban a mitad del muslo o aún más cortos y a menudo estaban hechos de algodón o tela de lana. Los vestidos venían con distintos largos de mangas, variando desde musculosas hasta mangas largas y fluidas. Pronto, los diseñadores tomaron prestada la inspiración de las obras de arte del día para sus vestidos. Un tipo de arte pop de moda eran los lienzos grandes llenos de cuadrados y otros patrones simples y geométricos. Los diseñadores crearon piezas de indumentaria con estos mismos patrones incluyendo cuadrados, círculos y triángulos. Yves Saint Laurent creó un vestido corto famoso lleno de rectángulos coloridos diseñados por el artista Piet Mondrian.
Impresiones de arte pop.
Los diseñadores se mudaron pronto más allá de los patrones geométricos simples y comenzaron a recrear obras de arte pop más complicadas en la indumentaria. El artista Andy Warhol era un ícono del movimiento de arte pop y era conocido no sólo por pintar impresiones coloridas de las estrellas más grandes del momento, sino también por sus impresiones de objetos simples del hogar. Los diseñadores crearon vestidos cortos y vestidos largos mostrando impresiones de trabajos de varios artistas pop incluyendo temáticas de Warhol como las frutas, las latas de sopa e incluso impresiones creadas con la cara de Warhol en los vestidos.
Ilusiones ópticas.
El movimiento de arte pop utilizó formas geométricas y patrones de tal manera que a menudo dieron lugar a un movimiento conocido como el arte "op", un diminutivo de óptico, referido a las ilusiones ópticas mostradas por el arte. Los artistas op usaban formas y patrones a menudo en blanco y negro y jugando con el tamaño y la escala de las formas para manipular la perspectiva y hacer que las imágenes parecieran tener movimiento. Los diseñadores de este tipo de prendas copiaron estos patrones y crearon objetos salvajes con patrones circulares que parecían latir o patrones de pequeños bloques que parecían moverse en olas.
Accesorios artísticos.
Los diseñadores de esta tendencia utilizaron la inspiración de los artistas pop para crear otras obras de arte utilizables más allá de los vestidos y trajes. Crearon accesorios como sombreros de balde que llegaban hasta la nariz del usuario y tenían un corte rectangular para los ojos. Algunos vestidos tenían capuchas incluidas y envoltorios que colgaban de los hombros del vestido. Cuando el usuario se ponía la capucha y pasaba el envoltorio por sus hombros, su cara se oscurecía ampliamente, haciendo que "desaparezca" en la obra de arte del vestido. Estos accesorios estaban inspirados por algunas de las apariencias bizarras o extravagantes del movimiento de arte pop, que llegó para romper los límites.