Con relación al movimiento estudiantil de 1968 se han escrito muchas obras y la mayoría refleja cómo el Estado mexicano reprimía a los estudiantes de aquel suceso, han pasado 50 años desde entonces y se continúa con el mismo relato, lo que se ha soslayado no por dolo sino por desinterés, es lo relativo a la represión que sufrieron los comunistas de aquel entonces, pues los estudiantes fueron perseguidos, torturados, golpeados, encarcelados y asesinados, desde aquel 26 de julio de 1968, han pasado 50 años y lo que se tratado en textos ha sido lo relacionado con la represión que sufrieron los estudiantes básicamente, lo que no se ha tratado ha sido la represión que vivieron los miembros del Partido Comunista Mexicano. Aquella era una organización política y revolucionaria que actuaba ilegalmente, pero podía funcionar por algunas leyes mexicanas que le permitía actuar sin restricciones absolutas. Este partido venía actuando en México desde 1919 y contaba en 1968 con poco más de 3000 miembros en todo el país, además contaba con 17 comités estatales y con un periódico semanal. También dirigía a la Juventud Comunista de México (JCM).
Durante las primeras horas del movimiento estudiantil, cuando los jóvenes trataban de llegar al Zócalo de la ciudad para expresar sus inquietudes y eran reprimidos brutalmente por los granaderos, a esas horas un destacamento de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) allanaba violentamente las oficinas del PCM y detenía al vigilante nocturno, el compañero Fidel Valdovinos quien estuvo encarcelado durante 5 meses. A esa misma hora, en las calles de San Antonio Abad donde se encontraba el taller del periódico del PCM también era allanado y detenidos 5 compañeros, el linotipista, el impresor, dos reporteros y otro trabajador; cerca de allí en la Colonia Moderna de la delegación Benito Juárez, en la casa del Secretario de Organización del comité del DF del PCM también llegó la DFS y detuvo a 5 camaradas y en otra zona de la ciudad, por Insurgentes en el Café Viena, frente al cine de Las Américas estaban reunidos algunos miembros de la Juventud Comunista para analizar los sucesos de esa noche, pero gracias a una delación de un policía incrustado en el partido eran detenidos también por la DFS, 4 miembros del partido, Félix Goded, Rubén Valdespino, Arturo Zama y Pedro Castillo. Antes de que terminara el 26 de julio había detenidos en las estaciones de policía de la ciudad 15 miembros del PCM.
Así se iniciaba el movimiento estudiantil de 1968, en contra de los estudiantes y en contra de los comunistas, al día siguiente en toda la prensa nacional en primera plana aparecía el encabezado: CONSPIRACION COMUNISTA, tanto el Poder Ejecutivo como quien lo encabezaba lanzaron la falsa acusación de que los comunistas mexicanos querían desestabilizar la situación política del país y que pretendían obstaculizar las próximas Olimpiadas, fue una acusación dolosa y falsa, nunca estuvo entre los comunistas mexicanos ese propósito, siempre pugnaron por las libertades políticas y democráticas en el país, así como por la libertad de los presos políticos que había en el país. Ese mismo día 27 de julio, por la mañana una comisión de 4 compañeros del Comité del DF del PCM, en una acción ingenua pretendieron recuperar con la Constitución en la mano, las oficinas del partido, de inmediato los policías que resguardaban el inmueble los detuvieron y estos compañeros estuvieron presos durante 3 años y 5 meses. Con estos compañeros presos ya había 23 comunistas presos en menos de 24 horas de iniciado el movimiento.
Mientras tanto, en las escuelas de la UNAM y el IPN ya había una efervescencia y movilización de defensa de sus derechos y salían a las calles a pugnar por ellos, en aquel entonces era de todos sabido que en el país había presos políticos, los nombres de Demetrio Vallejo y Valentín Campa eran conocidos y se sabía que estaban encarcelados injustamente, Demetrio Vallejo ya llevaba 9 años de cárcel y Campa 8 años, todo por luchar por los derechos sindicales de los trabajadores ferrocarrileros, Vallejo fue el Secretario General del Sindicato Ferrocarrilero y Valentín Campa también dirigente sindical. Además en la cárcel de Morelia Michoacán estaban encarcelados desde 1966 por las luchas estudiantiles, Rafael Aguilar Talamantes, Efrén Capiz, Dimas Quiroz y Joel Caro Ruiz. En Lecumberri había varios presos políticos más detenidos entre 1966 y 1967, por otros motivos tales como Víctor Rico Galán, Adolfo Gilly, Enrique Condés Lara, y una quincena más de presos. Desde el gobierno de Miguel Alemán había habido presos políticos en México y con el gobierno de Díaz Ordaz de incremento desmesuradamente
Para cerrar con broche de oro la detención de los comunistas, el 31 de julio de 1968, se reunía una comisión para ir a solicitar una audiencia con el Procurador General de la República y tratar el tema de los presos políticos recientes y pedir su liberación, estaban en reunión cuando llega un grupo de policías de la DFS y los detiene, eran Fernando Granados Cortés, Mario H Hernández, Gilberto Rincón Gallardo, Salvador Sáenz Nieves y Adolfo Mejía, los primeros 4 comunistas, y estuvieron encarcelados durante 3 años y 4 meses. Con estos llegaron a 23 comunistas presos a 108 horas de haber iniciado el movimiento y en menos de una semana, quien sabe cuántos estudiantes fueron detenidos durante esos días.
Después del 31 de julio ya no hubo presos encarcelados, los comunistas detenidos ya tenían auto de formal prisión y se les acusaba de una serie de delitos federales y comunes. Fue hasta el 27 de agosto que se inició la detención, ahora principalmente de estudiantes, mientras tanto el movimiento estudiantil agarró fuerza en la ciudad de México, ya había varios centros de estudio en huelga, la UNAM, el IPN, Chapingo, la Normal de Maestros, la Iberoamericana, el INAH, Bellas Artes y además se extendió por el país, lo apoyaron huelgas en las universidades de Sinaloa, BC, Tabasco, Veracruz, Michoacán, Sonora, Chihuahua, las Normales Rurales. Durante este periodo hubo un verdadero ejercicio democrático en la ciudad, los estudiantes dieron un ejemplo de ello, en sus asambleas, los maestros de diversas instituciones mostraron el ejemplo con el apoyo solidario incondicional al movimiento y a sus alumnos; el Rector de la UNAM y el Consejo Universitario mostraron un rostro de hombres comprometidos con la causa justa de las libertades democráticas y constitucionales. Centenares de brigadas estudiantiles recorrieron por toda la ciudad, en los mercados, oficinas, fábricas, barrios, calles, colonias, autobuses, llevando el mensaje del Consejo Nacional de Huelga (CNH) y las demandas del pliego petitorio que surgieron en sus asambleas. Durante los días de ejercicio democrático nada anormal ocurrió en la ciudad, no era necesaria la presencia de la policía, todo transcurría en orden y de apoyo absoluto al movimiento estudiantil. Se puede decir que fueron días de verdadera democracia popular.
Ahh, pero el enemigo no duerme. En el seno de sus entrañas se preparaba la provocación, pues la democracia no puede perdurar ni prevalecer. En el mes de agosto hubo dos grandes manifestaciones estudiantiles que cada vez crecían más en apoyo popular, y eso preocupaba al gobierno, la del 13 de agosto que salió del Casco de Santo Tomás al Zócalo de la ciudad, a éste llegaron alrededor de 200 mil manifestantes, no sólo estudiantes, sino también gente del pueblo, ello era preocupante para el poder y trazaron la ruta de la provocación para la siguiente manifestación, la del 27 de agosto. Para esas fechas el CNH había llegado a la propuesta de que el dialogo y los posibles acuerdos con el gobierno tenían que ser públicos, para ello acordaron que después del mitin se quedaran guardias estudiantiles en el Zócalo para forzar el dialogo público. Lo que no esperaban los miembros del CNH fue la provocación desatada ahí mismo en el mitin, cuando Sócrates Amado Campos Lemus se apoderó del micrófono e hizo la propuesta abierta a la masa del mitin de que votaran que el dialogo público fuera el 1° de septiembre a las 10 am en el Zócalo y que se quedara una guardia permanente de estudiantes para ello. La efervescencia de la masa en el mitin era notable, en esa ocasión se calcula que llegaron al Zócalo alrededor de 400 mil manifestantes, cuando se les preguntó votaron unánimemente que sí. Pero sucedió que el CNH no había acordado eso, ni siquiera se había discutido esa posibilidad, lo único que había acordado el CNH fue que se establecieran guardias estudiantiles en el Zócalo, de ahí que lo otro fue una imposición arbitrario a algo que era inviable, pues quien recuerde aquellos días y momentos de lo que era y cómo funcionaba el gobierno priista, el 1° de septiembre era el día del presidente, y no había poder alguno que lo cambiara, en esos momentos todavía imperaba el presidencialismo absoluto en el país, de ahí que la represión era inevitable de nuevo, esa noche el ejército salió de Palacio Nacional a reprimir de nuevo a los estudiantes y a partir de esa fecha volvió a haber presos estudiantiles. Esa noche cayó detenido Salvador Martínez de la Roca (El Pino) miembro del Comité de Lucha de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
A partir de esa noche la represión gubernamental en contra de los estudiantes arreció, se comenzaron a llenar las cárceles y la cerrazón e intransigencia gubernamental continua creciendo, por su lado el CNH en un afán de mostrar madurez y seriedad a sus propósitos propuso que el dialogo público se realizara el 9 de fue septiembre en la Unidad de Congresos del Centro Médico del IMSS, la respuesta gubernamental fue burocrática y ambigua, a lo cual el CNH le respondió que su respuesta era ambigua y evasiva, y para dar una muestra de la seriedad y madurez de su acción propuso que se llevara a cabo una manifestación masiva el 13 de septiembre, y que fue fuera silenciosa, ese día salió del Museo de Antropología e Historia a rumbo al Zócalo, fue una acción sin precedente, fue algo impresionante, la población le dio muestras de apoyo a dicha iniciativa, con ello los estudiantes mostraban la seriedad, la madurez, la altura y grandeza de su acción. Dicha marcha debió haber sido algo tan grande que le movió el piso al gobierno y éste en lugar de colocarse a la altura de aquella lección, optó por ocupar militarmente CU y el IPN, de nuevo las cárceles se llenaban ahora de estudiantes y maestros, en esa acción fue encarcelado el Dr. Eli de Gortari, el Lic. Armando Castillejos y su esposa y muchos otros más. Ahora ya no sólo era contra los comunistas, ahora era en contra de todo aquello que estuviera ligado a los centros de estudio. Con esa medida la población se manifestó abiertamente en contra y el apoyo popular al movimiento estudiantil crecía, así se fue preparando el golpe definitivo que cerraba el crimen de Estado que se venía cometiendo desde los inicios del movimiento.
Llegó el 2 de octubre y con ello la derrota militar del movimiento estudiantil, los estudiantes nunca se plantearon enfrentarse al ejército, no podían ni tenían los medios para hacerlo, nunca fue su propósito, hasta hoy, después de 50 años se desconoce el número real de muertos en la noche de Tlatelolco, se sabía que el gobierno era represor, que amenazaba con el ejército, pero no se pensó que fuera capaz de hacer lo que hizo ese día, no se le conocía esa saña y así quedó para la historia. Hubo casos como el de los mineros de Nueva Rosita, la toma del Internado del Poli, la toma del sistema ferrocarrilero, donde participó el ejército, Esa noche hubo miles de detenidos, estudiantes, maestros, población en general, las cárceles abarrotadas, ya no eran sólo los comunistas, era la población en general, el CNH quedó prácticamente descabezado, aunque hubo varios líderes que no cayeron detenidos y fueron los que llevaron a feliz término la huelga, pero en sí el movimiento estudiantil fue derrotado por la fuerza de las armas del Estado.
Así se consumía el crimen de Estado que se vino realizando desde los inicios de la huelga estudiantil. A principios de 1969, fueron detenidos varios dirigentes del CNH, Salvador Ruiz Villegas, del Comité de Lucha de Ingeniería, la Tita, del Comité de Lucha de Derecho, lo mismo que Antonio Pérez Sánchez y la Nacha. El 3 de enero fue detenido Rodolfo Echeverría Martínez miembro del PCM, acusado de 10 delitos y sentenciado a 16 años de cárcel, purgando 2 años, 11 meses y 13 días, en el primer trimestre de 1969 fueron detenidos Fausto Trejo, Heberto Castillo de la Coalición Democrática de Maestros, Federico Emery Ulloa, con 15 militantes del Movimiento Marxista Leninista de México (los mamelucos), después fueron detenidos Ramón Danzós Palomino, Rafael Jacobo García y Eduardo Montes miembros del PCM. Así culminaba ese movimiento estudiantil que durante sus 68 días de duración sufrió el crimen de Estadio avalado por los tres Poderes de la Federación.
Hoy a 50 años de aquel hecho criminal se hace necesario que esos mismos tres Poderes de la Federación se pronuncien en el sentido de que durante el movimiento estudiantil de 1968 hubo crimen de Estado, que hay memoria jurídica del hecho y que no se volverán a cometer en el futuro.